lunes, 2 de marzo de 2015

Ya es hora de que la democracia atraviese las puertas de las empresas

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La juventud trabajadora vemos continuamente nuestra vida afectada por decisiones de las que no formamos parte en ningún momento. Reformas laborales que hacen que cada vez sea más barato nuestro despido, que nos ponen a merced del empresario y que nos obligan a trabajar cada vez más cobrando menos .
Todo gira en torno a la máxima obtención de beneficios por parte de una minoría que vive a costa de nuestro trabajo, ya sea exprimiéndonos en nuestro puesto o recortando en la educación o la sanidad que pagamos con nuestros impuestos. Y así seguirá siendo mientras no decidamos ponerle freno.
El capitalismo es un sistema contrario a la democracia y que nos condena a la precariedad y al desempleo. No debemos engañarnos, esto no cambiará hasta que quien dirija la sociedad seamos los propios trabajadores y no los multimillonarios dueños de las grandes empresas y bancos.
Para lograr este cambio el primer paso es exigir democracia en nuestros propios centros de trabajo y hacer cumplir los derechos que tanto nos ha costado conseguir, así como ir adquiriendo nuevos. Si bien los dueños de las fábricas, de las empresas, tienen el dinero y las leyes a su favor, nosotros/as formamos un ejército mucho mayor, pues somos la gran mayoría de la sociedad quienes vivimos de nuestro trabajo. Los intereses de nuestros jefes son opuestos a los nuestros y en consecuencia no nos queda más remedio que organizarnos para combatirlo con la mayor unidad posible.
Si somos quienes creamos la riqueza de un país y hacemos que este funcione tenemos también la capacidad para plantarles cara, decir basta y conquistar una vida con dignidad. Convocar elecciones a delegados de personal y comités de empresa; crear secciones sindicales donde no los haya, así como tomar las decisiones de forma asamblearia son tareas indispensables en estos momentos. Y sobre todo, avanzar hacia la unidad de toda la clase trabajadora para demostrar nuestra fuerza.
La verdadera democracia es la que está sustentada en base a las necesidades de la clase trabajadora y los sectores populares, en la que nosotras/os seamos partícipes de la gestión y las decisiones en los centros de trabajo. La juventud, uno de los sectores más afectados por la crisis, debemos ser también los principales impulsores del cambio, en primer lugar volviendo a organizarnos a través del sindicato, como principal herramienta que tenemos para la defensa de nuestros derechos.
Porque ya es hora de que la democracia atraviese las puertas de las empresas.

Ante la detención de 8 militantes internacionalistas en Ucrania


ujce_ucrania_agosto_2014En el día de hoy hemos tenido conocimiento de la detención de 8 personas que habían ido en meses anteriores a la región ucraniana del Donbas como voluntarios internacionalistas.

Dicha detención, ordenada por la Audiencia Nacional, constituye una prueba más del carácter de clase y político de esta institución, así como la cada vez menor división de poderes en el estado español.
Es irónico que, mientras centenares de mercenarios españoles combaten en guerras en República Centroafricana, Mali, Libia, Siria, Afganistán o Iraq, alistados en compañías privadas, mientras el Ministerio de Interior o la Generalitat Catalana mandan a mandos de la Policía y de los Mossos de Esquadra a entrenar en Israel en cursos de represión impartidos por criminales de guerra, mientras España vende armas a Marruecos, México, Colombia, Arabia Saudí y otros países donde se violan los derechos humanos y se persigue a militantes , mientras se tienen relaciones político-comerciales al máximo nivel con países que patrocinan el terrorismo como Arabia Saudí o Turquía en el marco de la OTAN, mientras la justicia española niega la extradición a torturadores como Billy el niño o reconoce como válidos juicios farsa como el del reino de Marruecos contra jóvenes saharauis, se acusa de “atentado contra los intereses exteriores del reino” a jóvenes que van a luchar, movidos por ideales y no por dinero, contra la violencia del fascismo y el imperialismo.
Hay que destacar además que no ha habido investigación por parte de la fiscalía, ni la misma persecución y/o tratamiento mediático, con las decenas de neonazis españoles y europeos que, desde el triunfo del golpe de estado del “euromaidan”, han viajado hasta Ucrania a enrolarse en las fuerzas paramilitares neonazis que hoy ocupan altos puestos en la administración ucraniana y participan con varios batallones en el conflicto, siendo responsables de innumerables actos criminales y de lesa humanidad.
Con la acusación de “atentar contra los intereses del reino”, el gobierno español, ya de por si sumiso a los dictados de EEUU y la UE, demuestra una vez más su sometimiento a la doctrina de la demonización de Rusia, factor ideológico preponderante en el marco de la continua agudización de contradicciones entre estos polos imperialistas.
Entendemos estas detenciones como un nuevo paso adelante en el continuo incremento de la represión y criminalización contra organizaciones sociales y militantes, sean manifestantes, huelguistas, etc, por parte de un gobierno desgastado que necesita desgastar mediáticamente a las organizaciones populares y militantes. Analizamos que este incremento represivo será cada vez mayor, gracias a instrumentos jurídicos como la reciente ley mordaza y la cercanía de varios procesos electorales.
Consideramos nuevamente, basados en la experiencia de las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil, que la solidaridad es un derecho y un deber insoslayable cuando la amenaza del fascismo y la guerra están a nuestras puertas. El continuo empoderamiento de organizaciones fascistas en Ucrania, así como el ascenso de fuerzas fascistas por toda Europa, en un momento de grave crisis capitalista, dibuja un escenario en el que el compromiso con la derrota del fascismo y el sistema que lo crea, el capitalismo, es cada vez más necesario que nunca.
¡La solidaridad no es un delito! ¡Libertad a los detenidos!
El imperialismo y el fascismo son los verdaderos criminales!