Ha comenzado un nuevo año, pero seguimos inmersos/as en
las mismas luchas de siempre. Mientras los Reyes Magos repartían a muchas
familias hambre, frío, oscuridad, el desahucio o el exilio, otros reyes siguen
cómodamente en la Zarzuela, perpetuando el Régimen del 78, al servicio del
capital y en contra de la clase trabajadora. Nos venden una teórica
recuperación, pero no es más que una cortina de humo tras la cual se esconden
los mismos dramas, acrecentados por la destrucción de los servicios públicos.
Sirvan de ejemplo los datos de Castilla y León. En plena
“recuperación”, se sigue destruyendo empleo en esta comunidad autónoma. El mes
de diciembre se registraron en Castilla y León 1.274 desempleados/as más que en
noviembre, mes en el que a su vez hubo 3.512 parados/as más que en octubre. El
empleo sigue cuesta abajo mientras que la despoblación continúa en alza. Y
estos nefastos datos de empleo siguen manteniendo un perfil machista, habiendo
10.000 mujeres más desempleadas que hombres. A la juventud también le toca su
parte en este roscón del desempleo: 21.665 menores de 25 años no tienen empleo
en Castilla y León.
El año que se inicia debe servir para dar el golpe final
al Régimen del 78 y, por tanto, al capitalismo que sustenta. Va a ser un año de
movilización, de lucha y de grandes eventos. Se avecinan elecciones
municipales, autonómicas y generales, en las que trabajaremos para herir de
manera definitiva al bipartidismo. Pero la verdadera lucha deberá darse en los
barrios, en los centros de trabajo y en los centros de estudio, peleando contra
los recortes y contra el sistema que los genera, uniendo las luchas y generando
poder popular y unidad popular. No tenemos ninguna duda de que este año será el
de la Gran Huelga General que demostrará el poder que la clase trabajadora
tiene, y que sin nosotros y nosotras, nada se mueve en este país. No hay que
perder ni por un momento la perspectiva de la lucha general contra el
capitalismo, culpable de todos los males que nos asolan y que pretende
perpetuarse a costa del empobrecimiento máximo de la clase trabajadora. Nuestra
lucha es la lucha de siempre, aunque comencemos un año nuevo, y la vamos a
ganar.
¡AÑO NUEVO, MISMAS LUCHAS!