martes, 8 de octubre de 2013

Cuba, donde saber no cuesta nada

Es el único país de Latinoamérica donde todos los niños y niñas en edad escolar van al colegio y la enseñanza es gratuita, incluyendo la universitaria, la artística y la especial.

Esta semana más de dos millones de cubanos acudieron a las aulas para iniciar o continuar sus estudios. Se trata de la sexta parte de la población de la isla y está compuesta por niños, jóvenes y hasta abuelos. Cuba es el único país de América Latina en el que todos los chicos en edad escolar, sin excepción, van a la escuela, donde toda la enseñanza es gratuita, incluyendo la universitaria, la artística y también la especial, para aquellos niños que sufren minusvalías. 

Estudiar en Cuba es bastante fácil, no se paga matricula ni siquiera en la universidad y los libros son entregados gratuitamente por cada escuela, secundaria, preuniversitario o facultad, con el único compromiso de devolverlo en buen estado al finalizar el curso escolar. Hay universidades en todas las capitales provinciales y estas cuentan con residencias gratuitas para albergar a los estudiantes que viven en el campo. Semejantes facilidades masificaron la enseñanza y transformaron la economía nacional.

 Hoy los mayores ingresos de Cuba provienen de la venta de servicios profesionales, médicos, maestros, ingenieros, entrenadores deportivos y un largo etc.. Pero la historia comenzó en los primeros años de la revolución, cuando la educación se convirtió en prioridad de la nación y se impulsó una campaña de alfabetización masiva que llegó hasta los lugares más intrincados de las montañas para enseñar a todos los cubanos a escribir y leer. Fue el cimiento sobre el que se construyó un sistema general de educación que graduó a más de un millón de profesionales.

La enseñanza primaria hasta 9º grado es obligatoria y se considera un derecho de la infancia, al punto que incluso sus padres tienen la obligación de respetarlo. Los trabajadores sociales vigilan que todos los niños acudan a la escuela y no enviarlos puede implicar la perdida de la custodia del menor. Para estos casos y otros de desamparo filial existen escuelas-residencia donde el Estado les garantiza la manutención hasta los 18 años o más si están estudiando en la universidad.