viernes, 8 de marzo de 2013

Nos quieren en casa y sin curro. ¡RESPONDEMOS EN LAS CALLES!

Llegamos a este 8 de marzo convencidas de que el ataque hacia nuestros derechos no ha hecho otra cosa que acrecentarse durante los últimos años, utilizando la crisis como excusa . Por ello no cabe otra salida más que la organización entorno a una ofensiva feminista, anticapitalista y de clase.
A las mujeres nos afecta más la crisis porque nos afecta de una manera determinada este sistema económico, por ello trabajamos más para cobrar lo mismo en una constante batalla contra la brecha salarial, abarrotamos las cifras de empleos a tiempo parcial, puestos de trabajo temporales y tenemos la exclusividad de los cuidados, que no son otra cosa que el mantenimiento de la vida privada para sustentar la vida de la esfera pública, siendo esta la única forma de conciliar vida labora y familiar que plantea el capitalismo: doble jornada laboral para ellas, una precaria y la otra invisibilizada.
El mantenimiento de la vida privada es lo que está haciendo que volvamos de manera masiva a los hogares, pues además de echarnos de los centros de trabajo, las medidas criminales del actual gobierno nos empuja a las casas continuando los recortes del anterior y eliminando servicios básicos que provocan que sean ellas las que vuelvan a casa para mantener la vida de la que el estado no se encarga. Frente a esto, respondemos en las calles.
Otra de las consecuencias de su crisis es que cada vez son más escasos los medios que tiene la juventud para poder tener una vida digna.
El elevadísimo paro juvenil, la precarización para el acceso a la sanidad pública, la subida de tasas y los contratos basura son algunos de los ejemplos que hacen que la situación de la juventud sea cada vez más dramática, teniendo que mantener en muchos casos a parte de su familia, por no contar ninguno de los integrantes de salario o prestación.
Es esta primacía del capital frente a las personas la que está provocando un alarmante aumento de personas que se prostituyen para poder sobrevivir, entre ellas, cada vez más mujeres jóvenes y personas que hacía años que pudieron dejar esta forma de explotación, que no es otra cosa que una de las muestras más duras de un sistema criminal como es el capitalista, siendo las mujeres doblemente explotadas, por ser mujeres y por ser clase obrera.
Frente a esto, respondemos en las calles.
Además, no es suficiente con echarnos de los empleos abocándonos a la vuelta a los hogares, ni se conforman con dejarnos escasísimos mecanismos para sobrevivir en un sistema como este, sino que además, nos quieren silenciar.
Nos imponen silencio cuando no escuchan nuestras denuncias, cuando ejecutan de manera parcial una ya de por sí muy mejorable Ley Integral Contra Violencia de Género, cuando retiran presupuesto para su prevención y también, cuando limitan los recursos de la sanidad convirtiendo este servicio básico en un privilegio en el que las y los migrantes no tienen voz y cuando nos amenazan con  quitarnos aún más derechos para decidir sobre nuestros cuerpos.
Ante esto, no nos resignamos, nos organizamos bajo la convicción de que es imprescindible que el feminismo se fortalezca, acumulando fuerzas en torno a la lucha de las mujeres, tejiendo redes de solidaridad para creando espacios de apoyo mutuo, de análisis y de trabajo.
Sabemos que es desde la unión y la alianza de las que ya no aguantan más desde donde se creen espacios que organicen la respuesta en los centros de trabajo, de salud, escuelas, universidades, hogares,...todas juntas y juntos en las calles, porque no nos resignamos a aguantar sus ataques  RESPONDEMOS EN LAS CALLES.

jueves, 7 de marzo de 2013

La juventud castellana y leonesa condena la emigración

La juventud es, sin duda, uno de los sectores más duramente golpeados: más del 90% del empleo destruido es de menores llevando a más de la mitad de los y las jóvenes al paro. Tampoco la formación parece ser una solución fiable, ya que 374 mil menores de 29 años con formación superior están en paro. Un efecto evidente que está teniendo la crisis estructural del capitalismo, ante la espectacular destrucción de puestos de trabajo y fuerzas productivas, es la emigración de los más jóvenes fuera del país en busca de “mejores oportunidades”, que no son tal y que solo favorecen la precariedad y la falta de expectativas y estabilidad.

Como ya analizábamos en los documentos de la Conferencia Política celebrada el año pasado, la juventud en Castilla y León se caracterizaba ya por el paro, la precariedad y la necesidad de emigrar en busca de empleo, generando con ello una intensa despoblación. Debido a las políticas neoliberales desarrolladas en las últimas tres décadas, desestructurando un potencial tejido productivo estable en Castilla y León, la crisis ha golpeado muy duramente a las dos regiones; actualmente, 23 personas al día emigran de Castilla y León, más de 3100 jóvenes sólo en 2011, con más de 30000 de ellos en paro. Una avalancha de emigraciones que no hacen sino profundizar aún más en las contradicciones generadas por un sistema obsoleto.

domingo, 3 de marzo de 2013

Los niños de la estación de Leningradsky

Documental que muestra la realidad de muchos niños rusos sin hogar, en particular de un grupo que vive en la Estación de tren de Leningradsky en Moscú. De la mano de los realizadores Hanna Pollak y Andrej Celinski, nos adentramos en sus vidas, rutinas y sus sueños rotos. Niños que para sobrevivir tienen que mendigar, robar y prostituirse.
Aproximadamente hay 30.000 niños sin hogar en Moscú que duermen en escaleras, cubos de basura, estaciones del metro, entre las tuberías del suministro de agua caliente, en túneles subterráneos o en las alcantarillas. Que tienen que buscarse la vida como pueden y sobrevivir al duro invierno. Muchos de ellos huelen el pegamento para contener el hambre y escaparse del violento mundo que les rodea. Con todo, consideran que la vida en las calles es una alternativa mejor a la que ya han experimentado, incluso en sus hogares. Cada año 100.000 menores abandonan sus hogares para vivir en las calles de Moscú.
El documental nos muestra la abrumadora crisis a la que se enfrenta Rusia, concretamente Moscú, por medio de los relatos de estos niños que viven en condiciones deplorables, y que a su vez en muchas ocasiones se enfrentan a la brutalidad policial y a la muerte, que de forma directa o indirecta se cruza en sus vidas.